Prácticas


La luz pesada de madrugada,
la claraboya de todos los días
que menos se parece a cada día,
reencuentros franqueados accidentalmente más viejos.
Me aceleran desayunos mixtos,
en las calles árboles de arcilla,
gente enlatada, rostros que cala
el aire cercante de las urbes
un pardal es aún un misericordioso delator
y la noche está apartada
para ocultar la sombra de mi cuerpo.
Transito entre edificaciones declinadas,
veo el destino empaparme heridas

me domina el recuerdo
y me apasiono al olvido,

pero hoy me sale el sol igual que ayer
y acosamos
y alargamos los fines.