Escuchado en un sueño

No evoco qué dijo, pero sé
que su voz tenía el resabio
de un par de carriles lustrosos de sol
fugándose, coincidiendo en la distancia.

No recuerdo sus palabras, pero sé
que poseían el aroma de los durmientes inmóviles
y del pasto sediento que perdura
a lo largo de los lastres calcinados.